Editorial Mandarina Labs. 24, Junio, 2024
Quiero dar inicio a una nueva dinámica de comunicación, en la que esta marca se muestra como un movimiento. Como un gestor de crítica en la que podamos proponernos nuevas formas de contar historias.
Actualmente, pasan dos cosas que no existían durante la segunda guerra mundial o incluso durante los períodos de la llamada guerra fría. Una es la hiperconectividad y la otra es la cantidad de personas que habitamos el mundo actualmente. Sin embargo, muerte y malestar siembre ha habido, solo que ahora nos enteramos más y sucede con más frecuencia.
Quiero empezar a analizar desde las circunstancias que permiten que la Universidad de Costa Rica se inunden. Y es que no es la primera vez que a la misma le sucede esta situación. Hasta el día de hoy la zona donde se construyó la Facultad de Educación ha sido siempre el sitio de mayor riesgo. En esta ocasión, por alguna razón este sitio ha logrado drenar lo que la naturaleza reclama como su sitio desde muchos años atrás. Y es que en Costa Rica somos si acaso 5 millones de personas, pero la congestión en la capital (San José) alcanza niveles comparables a la Ciudad de México. Pero la decisión fue construir una carretera elevada al frente de la Facultad de Derecho, para que los carros puedan seguir su curso, por lo menos por una distancia similar a un kilómetro, porque luego si quieres seguir, debes hacer fila de nuevo. Esto simplemente traslada el problema y además genera otros, como el derecho del río de pasar por donde usualmente pasaba.
Hemos perdido nuestros derechos y la forma de contar la historia se define según quién la cuente. ¿Cuántas mujeres están siendo apoyadas realmente? ¿Cuántas familias están asociadas a un bienestar social real?
El Ministerio de Salud, por otra parte, empieza a alertar al país por el gusano barrenador, lo cual podría ser interpretado de muchas maneras por una población. De nuevo, una historia de miedo sobre la naturaleza. Pero ¿qué quiero decir con esto?, por qué no hacemos lo mismo con la ingesta de alcohol o con la mala nutrición, o la mala praxis, es decir, no se oyen campañas para contar cuántos casos han muerto hoy por infartos, por accidentes, por violencia de cualquier tipo. No estamos exigiendo educación real para nuestros hijos.
Vemos cómo los países colapsan económicamente a partir de que, no se ha logrado crear un bienestar social que se base en la salud y la seguridad real de la niñez.
Llegó un momento crucial para nuestra gran comunidad global y es que las reglas ya cambiaron. Ya se acabó la historia del petrodólar y por eso regresa el conflicto bélico, porque no hemos aprendido a cooperar entre nosotros y ahora hay que prepararse.
Referencias
https://www.pagina12.com.ar/746518-sanciones-guerras-y-desdolarizacion
Mandarina Labs Press 
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