Las universidades que temen ofender.
En definitiva, todo un reto para la enseñanza.
Es algo que he experimentado desde que empecé a dar clases de estadística. Siempre el grupo se me ha dividido en dos, antes era como 50 y 50, ahora es como 80 y 20. En el que un grupo quiere la respuesta del examen sin leer la pregunta y otro que actualmente tiende a ser minoría, que está dispuesto a atravesar su incomodidad para dejarse transformar por el proceso.
Por otro lado, recuerdo con anhelo cada una de las giras realizadas a Drake con mis estudiantes. En principio pensaba que se iba a incidir en la comunidad, de acuerdo a este discurso romántico de la misma. Con el paso del tiempo y la forma en que creció la experiencia, caí en razón de que los más transformados fueron los estudiantes que se atrevieron a caminar por el corcovado en su sed curiosa. De ellos estoy segura que ahora son líderes en un mundo enquistado en la comodidad.
Luego de tantos años de ir a Drake y el apagón del 2020, me doy cuenta lo valioso de aquellas visitas intensas y la gran motivación de los estudiantes, que ahora recuerdo con gran cariño.
Trabajar con un estadístico no es tarea fácil, es atreverse a una metamorfosis, pero si logras atravesarla, te darás cuenta que el aprendizaje se convierte en algo significativo.
Y no porque se logre calcular un valor p, del que realmente nadie sabe interpretar, sino porque se atrevió a enfrentar su propia incertidumbre.
Ser investigador, por eso requiere de habilidades como la resiliencia y estar dispuesto a fallar, sólo para volver a levantarse e intentarlo de una manera diferente.
Si la incertidumbre de nuestra existencia fuera igual a cero, no tendría sentido hacer investigación. Sería un mundo, para mí aburrido, en el que el ego es el que dictaría el hacer y nadie cuestionaría un ápice.
Para qué hacer investigación, para qué analizar, si ya a priori se tiene la respuesta de lo que se quiere hacer. Sería más fácil tirar una moneda al aire o preguntarle a alguien que debería hacer.
Pero la valentía de ser auténtico en esta sociedad parece tener un gran cobro. Como si la comodidad fuera a tener algún tipo de utilidad en el aprendizaje.
Es fácil hablar de otros, pero verse a uno mismo, basta con cerrar los ojos.

Parece más fácil predicir el futuro que conocerse a uno mismo.
Los datos permiten conocer más sobre cómo hacer las cosas de manera diferente, eso es aprendizaje.
Si quieres leer más sobre Predictivismo y Acomodación, te dejo la siguiente referencia:
Prediction versus Accommodation (Stanford Encyclopedia of Philosophy)
Leave a comment